El consumo de alcohol y la testosterona. ¿Qué relación tienen?
¡Está claro que el consumo de alcohol no es bueno para la salud! (Tampoco me voy a creer Tadeo Jones por descubrir esto…) Sin embargo, hasta ahora no sabía los efectos secundarios que puede tener en nuestros niveles de testosterona la ingesta habitual de esta sustancia (y seguro que tú tampoco). Así que… ¡empecemos!
El alcohol es un potente tóxico que, como ya sabemos, produce muchos perjuicios en la salud de las personas. ¿Sabías, acaso, que hace unos años fue considerada la tercera causa de enfermedad y muerte prematura en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS)? Y es que según los datos recogidos por esta organización, al año se producen 3 millones de muertes por su consumo habitual.
Sin embargo, no fue hasta hace poco que descubrí que el alcohol también puede afectar a la sexualidad de las personas… ¡Y es que hay una relación directa entre el consumo de alcohol y la testosterona!
En los casos donde el consumo de esta sustancia es habitual, la producción de testosterona puede llegar a disminuir considerablemente. No obstante, al tener unos niveles mayores de normal, en los hombres los cambios pueden ser mucho más notorios que en el caso de las mujeres. Pero, ¿qué interacción tiene el alcohol realmente en nuestro organismo?
La explicación es fácil según los expertos: el alcohol actúa como una toxina en los testículos, tal y como hace en el resto del organismo también. De esta manera, su ingesta afectaría a los órganos encargados de la producción de la hormona masculina en nuestro cuerpo. Es más, según numerosos estudios, es normal que en bebedores frecuentes puedan darse alteraciones testiculares, ya sea causando una menor calidad de los espermatozoides, menos cantidad de esperma o incluso disfunción eréctil.
Por otro lado, el alcohol no solo disminuye los niveles de testosterona, sino que también aumenta los niveles de estrógenos en el organismo de los hombres (por lo que podemos llegar a padecer hiperestrogenismo en algunos casos).
Además, el alcohol puede llegar a producir una sustancia tóxica para el hígado denominada “acetaldehído”. A consecuencia de ello, el crecimiento muscular de nuestro organismo se suele ver dañado.
Por ello, pensando en nuestra salud (y en nuestra sexualidad…) ¿Qué te parece si empezamos a tomar cervezas sin alcohol a partir de ahora para no perjudicar a nuestros niveles de testosterona?